De esta actividad diaria depende en gran medida nuestra salud bucodental, por lo que realizarla correctamente es algo fundamental. Para ello, además de distintos tipos de cepillos de dientes, existen varias técnicas para cepillarse los dientes.

Además, es fundamental completar esta acción con la limpieza dental profesional, por lo menos una vez al año, aunque la frecuencia con la que debemos realizar la limpieza bucal profesional nos la dirá nuestro dentista, teniendo en cuenta cada caso en particular.

¿Existen técnicas de cepillado?

Si, existen varias técnicas y estas son las más comunes.

  • Fones: su sencillez convierte esta técnica en la recomendada para niños, ancianos y personas con dificultades motoras. Se basa en la realización de movimientos circulares, de tal forma que se abarque con el cepillo tanto la línea superior como la inferior de la encía. Los premolares y molares se cepillan por frotación. En esta técnica es importante seguir un orden, debe empezarse por un lado y acabar por el otro, pasando por todos los dientes de la boca.
  • Bass modificada: es la técnica más recomendada. Está indicada tanto para pacientes sanos como para aquellos con periodontitis crónica o mala posición dentaria. El cepillo se coloca en un ángulo de 45º respecto al surco gingival y se realizan movimientos vibratorios sin desplazarse del punto de apoyo, para ello los movimientos deben ser muy cortos, de tal forma que las cerdas solamente se flexionen sobre sus ejes. En la cara masticatoria de los dientes el movimiento debe ser desde atrás hacia delante.
  • Stillman: aunque se trata de una técnica muy similar a la de Bass, es una de las menos usadas. La diferencia principal radica en la posición de los filamentos del cepillo de dientes que se colocan 2 mm por encima del margen gingival. Así, el cepillo se ubicaría con las cerdas hacia la raíz, se presionaría contra el margen gingival produciendo isquemia y se realizarían movimientos vibratorios. Esta técnica está indicada sobre todo para pacientes que padecen recesión gingival.
  • Charters: se debe realizar con un cepillo de naturaleza media o blanda ya que requiere que las cerdas del cepillo se doblen y sus puntas se dirijan hacia el nacimiento de los dientes. El cepillo se coloca con una inclinación de 45º respecto de la encía y, con las cerdas dobladas, se realizan barridos desde la encía hacia el filo del diente. Con esta técnica se consigue también masajear el tejido gingival. Esta técnica es adecuada para pacientes con recesión gingival, sometidos a cirugía en vías de cicatrización y portadores de ortodoncias.

¿Cuál es el mejor momento para lavarnos los dientes?

Al contrario de lo que mucha gente piensa, no es adecuado realizar el cepillado dental tras las comidas. Es decir, no hay que lavarse los dientes inmediatamente después de terminar de comer.

Esto es así, porque durante la ingesta de alimentos, tomamos productos ácidos que hacen bajar considerablemente el pH de la boca y es necesario que pase un tiempo para que el pH de nuestra saliva vuelva a sus condiciones óptimas.

El ácido desmineraliza los dientes pudiendo llegar a provocar una exposición de la dentina, generando, así, problemas de sensibilidad en los dientes. Si efectuamos la rutina de limpieza dental justo al acabar de comer, corremos el riesgo de repartir el ácido por toda la boca, poniendo en riesgo a gran parte de nuestros dientes.

Al terminar de comer es recomendable enjuagar la boca con agua o colutorio para eliminar los restos de alimentos superficiales y lograr un aliento más fresco.

Recomendaciones para una correcta salud oral

Para evitar todos los problemas que se pueden derivar de una incorrecta higiene dental, vamos a ofrecer algunas recomendaciones que pueden ayudarte a prevenir las patologías orales:

  • Limpieza de dientes exhaustiva, dos veces al día, usando una correcta técnica de cepillado y una pasta dental con flúor.
  • Utilizar hilo dental o cepillos interproximales en la rutina de higiene oral, por lo menos una vez al día.
  • No olvidar cepillar la lengua, pues en ella también se alojan bacterias.
  • Usar colutorios o enjuagues bucales tras el cepillado de dientes por la noche.
  • Evitar el consumo indiscriminado de refrescos azucarados y bebidas ácidas.
  • Disminuir el consumo de azúcar en la dieta.
  • Realizar visitas periódicas al dentista para que pueda disponer de una historia clínica dental adecuada y, así, evitar padecer enfermedades bucodentales.
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