Las aftas son pequeñas protuberancias blancas o llagas rodeadas por una zona enrojecida. Si bien las aftas no son contagiosas, se las suele confundir con el herpes labial, causado por el virus del herpes. Quizá sea útil recordar que las aftas aparecen dentro de la boca, mientras que el herpes labial usualmente lo hace fuera de ella. Las aftas pueden repetirse y ser menores (pequeñas), mayores (grandes) o herpetiformes (múltiples, en grupos o en racimos). 

Las aftas son afecciones comunes y suelen reaparecer. Si bien no se conoce la causa exacta de las mismas, algunos expertos creen que pueden verse involucrados problemas del sistema inmunológico, bacterias o virus. Factores como el estrés, los traumas, las alergias, el tabaquismo, la deficiencia de hierro u otras vitaminas y la herencia también contribuyen a que una persona sea más propensa a padecer aftas.

Suelen tener una forma redondeada u oval, con una base amarillenta rodeada de un halo rojizo.

Su diámetro varía entre 3-8 mm. y puede ser una lesión única o pueden formar grupos de hasta 20 o más. Primero, producen ardor o picor intenso, antes de que aparezca la lesión (de 1-3 días).

Son muy dolorosas, a pesar de su pequeño tamaño. Estas lesiones curan espontáneamente en 10-14 días, sin dejar cicatriz. No suelen acompañarse de fiebre a no ser que se sobreinfecten. 

Su causa es desconocida, aunque se considera que pueda estar relacionado con una reacción inmunológica frente a las bacterias comunes de la flora bucal, falta de vitaminas, estrés, cambios hormonales y alergias alimentarias.

También existe cierta predisposición genética.

En el caso de las aftas de origen traumático, suelen derivarse de una herida en la mucosa bucal causada por el cepillo de dientes, prótesis dentales, mordeduras en la pared de la boca o la lengua, la ingestión de alimentos o bebidas muy calientes.

Cualquier persona puede tener aftas. Las mujeres son más propensas a contraerlas que los hombres. Las aftas pueden ser hereditarias.

Síntomas

En la mayoría de los casos, las aftas aparecen en las superficies interiores de las mejillas y los labios, la lengua, la superficie superior de la boca y la base de las encías.

Los síntomas incluyen:

  • Una o más manchas o protuberancias rojas y dolorosas que se transforman en una úlcera abierta
  • Un centro de color blanco o amarillo
  • Un tamaño pequeño (casi siempre de menos de un tercio de pulgada, o 1 centímetro de diámetro)
  • Un color gris justo antes de comenzar a sanar

Los síntomas menos comunes incluyen:

  • Fiebre
  • Malestar o indisposición general (malestar general)
  • Ganglios linfáticos inflamados

El dolor por lo general disminuye en un período de 7 a 10 días. Pueden pasar de 1 a 3 semanas para que las aftas sanen por completo. Las úlceras más grandes pueden tardar más tiempo en sanar.

Tratamiento

Las aftas suelen curarse después de 7 a10 días, si bien los brotes recurrentes son comunes. Los ungüentos tópicos de venta libre y los analgésicos proporcionan alivio temporal. El uso de enjuagues bucales antimicrobianos ayuda a reducir la irritación. A veces, se recetan antibióticos para reducir una infección secundaria, en los casos que no desaparezcan dentro de los términos descritos lo aconsejable es acudir al odontólogo.

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